Holi, soy una Ogra diferente, me gusta el queso y la buena gente.
No tiene nada de especial eso de ser Ogrita verde porque lo que yo siento es lo mismo que tú sientes.
De pequeña, al leer, las letras me bailaban y, como soy de tierra flamenca, con música las acompañaba.
Con trabajo pude dominarlas y demostrar a todos que se equivocaban.
Las restas pasadas a mí no me pesan. Por mis cicatrices llevo bien alta la cabeza.
Y no perdí el tiempo si no la memoria, perdonando… y perdonando también mi parte de culpa en toda esta historia. Pero no creas que me siento la sabiduría. Soy Ogra Maestra, que es lo que quería.
Pensando y pensando un día entendí que las expectativas solo debo ponerlas en mí.
Esta es la idea que quiero transmitir, a aquellos que sienten como yo sentí.
Y no, no me quejo, yo veo mi reflejo en grandes espejos. Desde la galaxia a lo más cercano, a mi propia mano, ellos me acompañan en lo cotidiano.
De nosotros dicen que todo nos cuesta más, que no sabemos pensar y menos rimar pero, escribiendo esto, a mí me sale hasta el compás.
Que tú no te creas todo lo que digan, y trabaja duro, que seas alguien grande en el futuro.
Entre sueño y sueño despiértate un rato. Observa a la gente que sigue tus pasos. Y no tengas pena, saca lo valiente, que lo que tú y yo sabemos es como se ve el mundo desde un prisma diferente.
Tienes el poder de ser lo que quieras, de hacer algo grande y alcanzar estrellas.
No sueñes pequeño y sueña bien grande. Dibujando siempre pasos de gigante.
Mi sueño es hacer que el mundo comprenda que la diferencia no es ninguna resta.
Que es, la comprensión, la que dibuja puertas y, la motivación, la llave que la deja abierta.