Explica, razona, enseña…


Los niños y niñas construyen el mundo a través de lo que les rodea, de lo que se les dice, mediante lo que se les explica. Su realidad es diferente a la nuestra, se forma a partir de sus experiencias con sus padres, familiares más cercanos, compañeros de iguales, barrio, etc.

Nuestra función debe estar encaminada a dar razones, exponer y aclarar las cosas, intentando a la vez, argumentar los porqués. A partir de aquí el niño o niña va a dar sentido y coherencia al mundo que les rodea.

La curiosidad en los niños y niñas nos pueden llevar a situaciones complicadas. Si vuestro pequeño o pequeña hace alguna trastada, (se escapa, se traga objetos,…etc), tenemos que actuar de la forma más adecuada para no provocar reacciones emocionales contrarias a las que vamos buscando. ¿Cuál debe ser nuestro punto de partida?

  1. Actitud positiva: intentar avanzar en el análisis y resolución del problema y no quedarse en los aspectos negativos que rodean al conflicto.
  2. Evitar reacciones emocionales: como ansiedad o miedo, intentando mejorar nuestro autocontrol emocional. El estrés y la ansiedad surge de la anticipación negativa en el resultado, es decir, visualizamos las consecuencias, también puede provenir de una valoración negativa de nuestras capacidades.
  3. Usar el diálogo: la comunicación es un herramienta para dar y recibir, compartir posturas y encontrar alternativas. Aprende a preguntar, pero sobre todo aprende a escuchar.
  4. Ser empáticos, o ponernos en el lugar del otro: intentando entender su punto de vista, comprendiendo las razones que le lleva a pensar o a hacer.
  5. Ser asertivo/a, no impongas un criterio porque sí: tenemos que aprender a darle valor a nuestras deseos y derechos sin provocar rechazo.

Si nuestro pequeño o pequeña suele tener comportamientos que lo o la exponen a una situación de peligro (se intenta escapar , se intenta comer algún objeto, etc…), debemos evitar tener una reacción emocional negativa, haciendo uso de un lenguaje positivo, usando el diálogo como la mayor herramienta para ser comprendidos y escuchados, pero también para comprender y escuchar, siendo empáticos y asertivos. ¿Qué debemos hacer frente a este tipo de situaciones?

  1. Viendo el problema con perspectiva: viendo la importancia que tendría en otro contexto o en el futuro. Debemos alejarnos de la situación problemática para verla con objetividad.
  2. Recoger información: Debemos observar el comportamiento y si está en edad de dar una respuesta a su comportamiento debemos preguntar el porqué, intentando razonar las consecuencias.
  3. Buscar las causas reales: No te limites a los factores más probables ya que esto reducirá las posibilidades de éxito a la hora de analizar el origen del conflicto.
  4. Estudia y prevee las posibles consecuencias: evitando reacciones emocionales negativas.
  5. Decide la solución más adecuada y cómo vas a llevarla a término:  si tu niño o niña se escapa corriendo riesgo, plantéale esa situación para que quiera hacerla contigo.
  6. Pasar a la acción: Háblale pero sobre todo demuéstrale que estás ahí.

Artículos relacionados:

¿Qué es la disciplina positiva?

¿Por qué mi hijo se comporta mal?

¿Cómo fomentar el crecimiento y el aprendizaje sano?

 

Deja un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.