R-Educación
La educación de hoy en día no necesita más horas de pupitres ni de libros de texto. La educación está necesitada de más amor, ya lo decía Aristóteles en su tiempo (384-322 a.d.C) , que educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto.
La educación tiene que garantizar la búsqueda de nuestra pasión y debe estar orientada a ella, con el fin de conseguir que el alumno/a pueda elegir ser lo que quiera ser. La educación debe ser el motor del crecimiento personal y social. El maestro o la maestra tiene que ayudar al alumnado en la búsqueda de su potencial, debe ser inspiración. Tendrá que <<armarlos>> de herramientas y de ganas de crecer y mejorar cada día. Tendrá que <<amarlos>>.
Un/a maestro/a que educa con el corazón apuesta por el movimiento como motor del conocimiento, entendiendo movimiento como acción de los procesos cognitivos que activa el aprendizaje y las emociones. A través de una canción, un juego, la creación de un periódico escolar, una representación teatral, etc, crea situaciones que promueven el cambio.
La R-EDUCACIÓN, es un conjunto de procesos <<desde fuera hacia adentro>>, que pretende que el alumno/a, guiado por el profesor y apoyado en la red educativa, ponga en marcha mecanismos de crecimiento personal (R-educación) y a su vez es un conjunto de procesos <<desde dentro hacia afuera>> que buscan llegar al máximo del potencial y con ello a la propia revolución personal (R-evolución).
La educación así entendida, abre caminos, provee al alumnado de mecanismos que ayudan a que abran sus alas y liberen su creatividad e inventiva. Esta educación pone en marcha los corazones rotos y los alegra para ser más capaces, ayuda a entender que el fracaso es parte del éxito y que la esperanza es el sentimiento que más puede al miedo.
Educar es movimiento y el movimiento es conocimiento
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